Durante su reciente visita a las instalaciones de Caja Popular Mexicana, Carlos Andrés Mansilla, representante de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), ofreció una perspectiva clara sobre el estado del sector cooperativo en América Latina, destacando su potencial para fortalecer la región a través de alianzas estratégicas y un enfoque colectivo.
En América Latina, el sector cooperativo enfrenta retos como la intensa competencia con empresas tradicionales, que a menudo priorizan la ganancia sobre la calidad o los salarios. Sin embargo, Mansilla ve una ventaja clara en el modelo cooperativo: “Nosotros no bajamos la calidad ni los salarios para maximizar ganancias. Nuestra dimensión es económica, pero también simbólica y afectiva. Si compro un producto más caro, lo hago porque sé que mi hermano trabaja ahí y quiero que esa empresa funcione”
El representante de la ACI, enfatizó la importancia de generar alianzas no solo entre cooperativas, sino con otros actores clave, como proveedores, gobiernos y comunidades locales. Estas conexiones permiten a las cooperativas integrarse en economías circulares, donde los recursos benefician directamente a las localidades.
Además, Mansilla abogó por una visión integral del cooperativismo latinoamericano, que trascienda lo puramente económico y considere el impacto en la comunidad y la economía circular. En su opinión, las cooperativas son una herramienta para construir sociedades más justas y solidarias.
Con un enfoque en alianzas estratégicas y la defensa de los valores cooperativos, Carlos Andrés Mansilla deja una invitación abierta a fortalecer el movimiento en América Latina, demostrando que, en equipo, el cooperativismo puede ser un faro de cambio en la región.
