A principios del siglo pasado y en la Posrevolución Mexicana, en un país lleno de miseria y con la economía del país en quiebra difícilmente había oportunidades de un apalancamiento o apoyo financiero sensato y justo; ni que pensar en prestamos bancarios o hipotecarios legislados y adecuados; un sueño difícil de alcanzar en esos años.
La alternativa financiera en esa época eran los agiotistas, herederos del sistema del sistema de la hacienda de raya, con sus terribles consecuencias de cobro y abusos aplicados despiadadamente a los necesitados de este fondeo económico usado para resolver los problemas de financiamiento a sus talleres o pequeños negocios familiares; nada de que hablar o comparar con las actuales PYMES (Pequeñas y medianas empresas), ni de las cooperativas actuales.
Don Gabino Velázquez en esos años de la Post Revolución fue una de tantas víctimas del agiotismo, perdiendo de manera injusta una propiedad familiar en Valle de Bravo, México. El sufrimiento y frustración de este despojo marco de manera profunda e importante el pensamiento social en los hermanos Velázquez , este acontecimiento seria la semilla de inspiración para buscar una solución y alternativa para aplicar la justicia social en sus hermanos y compatriotas menos favorecidos por el sistema político-financiero.
En la década de los 30 del siglo pasado , en un época histórica difícil por la crisis financiera en Estados Unidos, que desde luego afectaba a México, Don Gabino Velázquez comienza a participar en los movimientos en pro de la defensa de los derechos de los trabajadores.
Por la necesidad económica y subsistencia familiar Don Gabino migra solo a la Ciudad de México en busca de nuevas oportunidades de subsistencia dejando a la familia en su natal Valle de Bravo. En esta experiencia laboral participa en los primeros movimientos sindicalistas de panaderos que emergían de los sobrevivientes de la Revolución Mexicana, que buscaban equidad y justicia social en sus derechos laborales, un pago justo a una jornada justa así como un trato digno por parte del patrón.
Desafortunadamente Don Gabino es corrido de su centro de trabajo injustamente y boletinado en todas las panaderías de la ciudad, esos duros años de experiencia como migrante y sus vivencias los transmite a sus hijos, sembrando en ellos la inquietud por una sociedad justa y una economía de bases, el amor por la justicia social es complementado con su testimonio profundamente religioso y sencillo.
Es importante que los lectores, socios y cooperativistas conozcan un poco el trasfondo y raíces del Padre Manuel Velázquez Hernández (MVH) , su trabajo y proyecto final no solo nace de un sueño; la inspiración y ejemplo tiene su origen en su padre y en su hermano mayor Pedro Velázquez Hernández, ellos con su compromiso familiar, ¡trabajo comunitario y pensamiento social siembran esa inquietud en tierra fértil y da frutos !
La idea de esta breve semblanza histórica familiar es poner en contexto una de las muchas partes no conocidas de la vida del hombre, el hijo , el hermano, el tío, el sacerdote y el cooperativista.
Un personaje de su tiempo que da material para un gran libro y seguramente para muchos artículos.
