Una cooperativa que además de contribuir a mejorar el impacto ambiental con energías renovables, opera de la mano de profesionales en distintas disciplinas
Las innovaciones sociales son el principal motor transformador en situaciones de crisis y en momentos donde las soluciones planteadas con anterioridad dejan de estar vigentes, si a esto sumamos la búsqueda de un trabajo con sentido social de la mano con la implementación de nuevas tecnologías, pueden lograrse ideas muy poderosas como Onergia, la primera cooperativa de energías alternativas en México.
Eduardo Enrique Aguilar es miembro y parte del equipo de Onergia, describe el nacimiento de esta empresa social como la acción de un grupo de profesionistas que al salir al mercado de trabajo, se encontraron con una serie de empleos que no necesariamente son bien remunerados, y encontraron en el cooperativismo, una puerta hacia lo que buscaban, es decir, un trabajo que no solamente sea para ganar la quincena, sino que realmente los hiciera sentir plenos y felices”
“Yo creo que nuestra innovación está en no ser solamente una empresa, sino una empresa con sentido y un lugar que nos da plenitud como personas”, comentó Enrique Eduardo.
Luego de formar un grupo interdisciplinario, entre áreas de ingenierías y ciencias sociales, Onergia se formó para encontrar en las energías renovables el impacto positivo que buscaban generar en la sociedad.
“El problema que encontramos, y así lo decimos en nuestra propia historia, tiene que ver con la generación de un trabajo digno, y de ahí nos sentamos a ver como lo vamos a cumplir. Descubrimos como las energías renovables no solo nos daban esta oportunidad, sino que además teníamos un impacto ambiental positivo, entonces fue una cosa que se nos potencia, porque no es lograr una cosa solo para nosotros, sino ahora sí tener un impacto en nuestro entorno en un panorama con una crisis ambiental que no se había visto en la historia de la humanidad”, añadió
Onergia ha trabajado en la sierra norte de Puebla con comunidades indígenas, y junto con ellas construyó el plan de transición y soberanía energética, donde lograron de manera conjunta no solamente infraestructura, sino capacitaron a una cooperativa de jóvenes indígenas en energía, y ahora es una cooperativa hermana, un ejemplo de empresas solidarias que juntos mejoran la calidad de vida de sus integrantes.