Aunque Manuel Velázquez Hernández partió del plano físico, sus ideas siguen más presentes que nunca en los momentos actuales de crisis de salud y económica
A un año de su fallecimiento a los 98 años, el pasado 2 de marzo de 2020, Manuel Velázquez Hernández sigue presente con su legado la transformación de la calidad de vida de millones de mexicanos que ahora forman parte del movimiento cooperativo.
En la década de 1950, el padre Manuel por iniciativa de su hermano Pedro Velázquez Hernández, -quien también era sacerdote-, emprendió un viaje junto con el Padre Carlos Talavera, ambos fueron a conocer más sobre el movimiento social que se practicaba en Antigonish, Nueva Escocia, Canadá, para después replicarlo en nuestro país.
Hoy más de ocho millones de mexicanos son socios de alguna de las cajas populares autorizadas que contribuyen a reducir las aún marcadas brechas sociales y económicas.
En este año tan atípico donde la economía de los mexicanos fue golpeada por una fuerte pandemia global, las cooperativas se vuelven vitales en la actividad económica, con 156 sociedades cooperativas de préstamo autorizadas y reguladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), pues el 92 por ciento de las empresas que no tienen acceso a financiamientos, de acuerdo con la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), recurren a una caja popular para su financiamiento.
Es en estos momentos que la memoria de este gran mexicano se hace más presente y promover así los valores y principios del cooperativismo.