Unión Berlín, un club 100% de los socios

En una liga donde prevalece la hegemonía de un solo equipo siempre líder y en un país con un pasado autoritario, aun sobreviven los valores cooperativistas y esta “loca” idea de que la unidad de los socios siempre estará por encima de los triunfos individuales

En un mundo que gira en torno al éxito, donde el dinero “es la llave que abre todas las puertas”, en un barrio obrero de Berlín conocido como Köpenick, sigue viva la tradición de compartir, ser solidario y, sobre todo, permanecer en Unión.

Es así como en un fin de semana, miles de berlineses se reúnen en un estadio que construyeron con sus propias manos, el Alte Försterei o “La Casa del Bosque”, para ver a un equipo que sobrevivió incluso gracias a la sangre de sus aficionados, porque ahí, en esas gradas y con esa gente, se vive el verdadero espíritu de unidad y cooperación.

Fundación

Cuando el club de fútbol Unión Berlín se fundó en 1966 por el líder sindicalista, Herbert Warnke, Alemania estaba dividida por un muro y en el lado este, donde gobernaban los comunistas, el control era casi absoluto. Eso no fue impedimento para que los obreros metalúrgicos que no respaldaban los métodos autoritarios de su gobierno hicieran de su club un refugio para la libertad.

“No todos los hinchas del Unión son enemigos del Estado, pero todos los enemigos del Estado son hinchas del Unión”

Así decía una frase muy reconocida en la historia del Unión Berlín que nació cuando el órgano de inteligencia de la República Democrática Alemana conocida como la Stasi, controlaba todo y hasta tenía su equipo predilecto, el Dynamo, que con ese apoyo gubernamental lo ganaba todo.

Si bien, en esa época el Unión Berlín no cosechó grandes triunfos, sí se convirtió en el equipo representativo de punks, skinheads, estudiantes y por supuesto, obreros trabajadores en su mayoría de la industria metalúrgica, que aprovechaban cada tiro libre en el partido para gritar “derriben el muro”.

Fue hasta que cayó precisamente ese muro de Berlín que, una nueva historia comenzó para el club de la capital alemana, pero ahora, sería una historia enmarcada en el capitalismo triunfante, que si bien es diferente, tampoco está exento de crueldad.

Crisis y resurgimiento

De la caída del muro de Berlín, hasta el 2004 el Unión Berlín fue de tropiezo en tropiezo hasta caer relegado a la Liga Regional y ni siquiera ahí contaban con los 1.4 millones de euros que pedía la Federación para lograr el registro en el torneo.

La respuesta de los aficionados fue épica, pues dieron su propia sangre para mantener vivo al club del sur berlinés. Y realmente así fue, pues cientos de aficionados donaron su sangre y con el dinero recaudado, pagaron la deuda millonaria del Unión Berlín, que luego comenzó a escalar partido tras partido, hasta que un nuevo reto les topó de frente, pues su viejo e icónico estadio, estaba ya al borde del colapso.

La solución suena sencilla, pero igualmente épica y hasta poética, pues más de dos mil aficionados al club donaron su tiempo de vida.

Fue con horas y horas de trabajo voluntario como lograron construir con sus propias manos las gradas del estadio, que cabe aclarar, son para estar de pie, como símbolo de la experiencia de ir al Alte Fosterei para apoyar al equipo durante los 90 minutos sin descanso.

Luego de dar sangre y sudor por su club, en 2019 llegó el gran momento. Aquel equipo fundado en la década de los 60 en un mundo polarizado, con una afición que fue capaz de mantener en pie un estadio construído en 1920, tuvo su momento de gloria al lograr el ascenso el 27 de mayo al derrotar al VfB Stuttgart e iniciar una nueva aventura de la mano de 34 mil socios abonados al club de fútbol.

Union VS Marketing

Un humilde, pero ya mítico Unión Berlín, valuado en una cantidad mucho menor que la que alcanzan clubes como Bayern Munich, Borussia Dortmund o RB Leipzig, comenzó de manera digna su participación en la Bundesliga y fue esa raíz de trabajo y unidad, la que lo hizo atraer las miradas.

Si en su momento el equipo de la Stasi era su archienemigo natural en la Alemania del Este, ya una vez instalado en el máximo circuito del fútbol alemán en pleno siglo XXI, el Unión Berlín encontró en el RB Leipzig su antítesis.

RB Leipzig es el producto de la empresa austriaca de bebidas energizantes con un toro rojo como logotipo. Contrario a la historia del club de obreros sindicalistas, el RB ha torcido las reglas para permanecer, pues como la federación obliga a que no existan dueños únicos, sino una asociación de propietarios, el Leipzig tiene a trabajadores de la empresa de bebidas como supuestos integrantes de la junta de dueños.

Y no se quedan ahí, pues como está prohibido que un club tenga como parte de su nombre alguna marca comercial, el equipo se llama RasenBallen Leipzig, pero es conocido como RB Leipzig. Es decir, mientras los del Unión dieron su sudor y su sangre, al RB Leipzig le bastaron millones de euros para estar en la cima.

Ante esto, los sindicalistas del Unión en su primer encuentro contra este club decidieron armar una protesta como la de aquellos tiempos en que gritaron contra el muro, pero esta vez guardaron silencio absoluto durante varios minutos de partido como si estuvieran de luto ante la muerte de la tradición de los clubes de fútbol que pertenecen a la gente.

Una bandera en blanco y negro se desplegó en la tribuna:

“El fútbol murió en Leipzig”

Pero el Unión lo revivió, pues no solo fue su noble tradición la que se impuso en la tribuna, sino que en el campo, el equipo de la capital alemana, logró ganarle a su nuevo rival 2 a 1 en febrero pasado.

Un estadio construído por la gente, es un estadio para la gente y así es cada invierno, en el que las familias que siguen a este club, se reúnen para cantar villancicos.

Pero lo que comenzó como una tradición para los socios del club, pronto se convirtió en toda una celebración navideña en la capital de Alemania que ya ha sido imitada por otros clubes.

Miles de personas abarrotan el mítico estadio para cantar el himno del club “Eisern Union” y luego siguen con el canto de villancicos entre el calor humano, comida, bebida y muchas muchas velas.

A la conquista de Europa

En la actualidad, el Unión Berlín está en la disputa por la cima. Logró acariciar la gloria al colocarse en el primer lugar de la Bundesliga por encima del Bayern Munich y el Borussia Dortmund, pero la dificil competencia los ha ubicado en el tercero, aún arriba del Leipzig y el Friburgo, y que sería suficiente para disputar la Champions League del próximo año para medirse ante los grandes de Europa como el Milán, el Real Madrid o el Liverpool.

Pero aun sin recorrer los grandes e históricos estadios de Europa, el Unión Berlín ya resuena en todo el mundo como viva muestra de que valores humanos como la cooperación, el trabajo y la solidaridad, siempre serán reconocidos y admirados.

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