“(…) contemplarlo como cooperativista porque así lo conocí en los umbrales de los cincuenta”
La obra editorial será difundida durante el segundo semestre del año, de manera física y en formato digital, y como ha sido con la tradición literaria de la cooperativa, su contenido será libre de uso y consulta, con la intención de fortalecer al movimiento cooperativo y consolidar la misión de sus iniciadores en México, siendo la letra escrita uno de los principales vehículos del movimiento social al que dedicaron sus vidas Florencio Eguía Villaseñor y Manuel Velázquez, junto a valiosos mexicanos que vieron en las cooperativas la opción más justa para construir un mundo mejor.
El siguiente texto es la presentación que el mismo Florencio Eguía Villaseñor le dio a su obra literaria, donde se sostiene y relata la importancia de este libro, que reúne además un acervo fotográfico histórico que da cuenta de los inicios a la actualidad de las cajas populares en México.
PRESENTACIÓN
Este libro mereció la aprobación del Comité Editorial de la Caja Popular Mexicana, el cual sancionó su edición en una de sus sesiones.
Contiene prácticamente toda la obra escrita del padre Manuel Velázquez Hernández, fundador de las cajas populares en México: desde las lecciones para el trabajo en grupo y la oratoria popular, hasta su agradecimiento ante la Cámara de Diputados en abril de 2013, cuando recibió la Medalla al Mérito Cooperativista.
Como no estuve durante la presentación de todos sus textos, él mismo me los hacía llegar para que los tuviera completos. Así se aseguraba de que yo los editaría en alguna ocasión pues su contenido sigue siendo valioso para los actuales y futuros cooperativistas; de modo particular, para quienes ocupan un puesto de dirección.
Solamente queda fuera un texto, Ética y cristianismo, el cual, además de muy extenso, no se relaciona directamente con el cooperativismo, sino con su vocación social, la cual campea en todo el libro, pues no solo es sociólogo por profesión sino por su sentido individual.
También puede observarse su inclinación personal por el padre Pedro Velázquez Hernández, su hermano, fundador de las cajas populares (como se conocen en México a las cooperativas de ahorro y préstamo) y director del Secretariado Social Mexicano (SSM), quien le dispensó preferencia especial y juntos laboraron en dicho organismo promotor de la acción social de la Iglesia católica. El padre Pedro falleció en diciembre de 1968, pero el padre Manuel le profesó siempre un recuerdo particular como puede apreciarse por su obra escrita.
Este es, pues, un libro altamente valioso por ser continente del pensamiento doctrinario del padre Manuel, uno de los insignes fundadores del cooperativismo de ahorro y préstamo en México, cuya membresía actual supera los seis millones de personas, según datos oficiales.
Por eso no dudamos en recomendarlo ampliamente para todos los cooperativistas mexicanos y de modo particular, a los socios y dirigentes de las cajas populares.
La última palabra es de agradecimiento. En primer lugar a la cooperativa Caja Popular Mexicana que ha hecho posible su edición y difusión. Y después a quienes se han ocupado de su transcripción, tecleando todos los textos, de modo particular a mis hijos Ricardo y Alfonso y a mi amigo de siempre León Álvarez Rodríguez, todos los cuales felicitan al padre Manuel en sus setenta años de sacerdocio, pues este puede ser un buen homenaje en fecha tan singular.
¡Por un capital en manos del pueblo!
Florencio Eguía Villaseñor
San Luis Potosí, S.L.P. México. Junio de 2016
