Para entender el conflicto social y del alma

Cada estrella mantiene su equilibrio interno combinando las dos fuerzas opuestas, la gravedad o centrípeta que intenta apretar la estrella en una bola lo más pequeña y apretada posible y, en sentido inverso, la fuerza centrífuga o de expansión del combustible nuclear que se quema en el centro de la estrella y que crea una fuerte presión hacia el exterior. El equilibrio interno, pues, es resultado de dos fuerzas opuestas.

De la misma manera que en las estrellas y en los átomos y la materia en general, el equilibrio y la evolución son resultado de choque entre las fuerzas centrípeta y centrífuga, en lo racional la búsqueda de la verdad se obtiene, se mantiene y se prosigue por la fuerza de la ciencia para vencer la ignorancia;  igualmente aquí encontramos la respuesta a la tentación, el mal o el conflicto del alma, pues el amor, la virtud y la ayuda mutua son resultado y respuesta a la necesidad de equilibrio entre los derechos individuales y comunitarios. Algo semejante al fenómeno de subir una escalera, en que los escalones sirven para llegar más alto, salvo para el que no levanta los pies.

Como ve, apreciable lector, es cuestión de ponerse los anteojos del alma que nos permite leer en el gran libro de la naturaleza y descubrir que, así como el equilibrio de las energías físicas son resultado de las fuerzas centrífuga y centrípeta, de la misma manera del equilibrio entre el bien particular y el bien común, se consigue la armonía del alma y otro tanto, del equilibrio entre los derechos individuales y comunitarios se consigue la justicia social y la paz comunitaria

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