De acuerdo a la Alianza Cooperativa Internacional, se calcula que en el mundo existen alrededor de 3 millones de cooperativas, pertenecientes a todos los sectores: producción, consumo, trabajo, ahorro y crédito, así como servicios y salud.
Al mismo tiempo, dicho organismo considera que las 300 empresas cooperativas y mutuales más importantes del mundo, suman un volumen de negocio de 2 mil 170 billones de dólares estadounidenses. De este monto de facturación, una tercera parte corresponde a cooperativas que operan a lo largo de toda la cadena de valor agrícola, desde el cultivo de productos agrícolas y la ganadería, hasta el procesamiento industrial.
Las cooperativas vinculadas a las actividades del campo existen en casi todos los países del mundo, estando presentes tanto en economías desarrolladas como emergentes. En América Latina y El Caribe se cuantifican más de 108 mil cooperativas, de las que un cuarto de ese total –28 mil– corresponde a cooperativas agropecuarias y/o rurales, con más de 6 millones de socios.
La vigencia de este modelo adquiere una mayor dimensión si consideramos las contribuciones que las cooperativas agrícolas, pecuarias y pesqueras ofrecen para avanzar hacia sistemas alimentarios sustentables, inclusivos y saludables. Aquí algunas de las aportaciones:
- Las cooperativas constituyen uno de los factores claves en la inclusión de la agricultura familiar a las cadenas de valor.
- A través del modelo cooperativo, los productores generan mejores condiciones para acceder a financiamiento, mercados, servicios, bienes e insumos a menor precio.
- Pueden impulsar mecanismos de innovación y desarrollo tecnológico, brechas que son más fáciles de abordar desde lo cooperativo y asociativo y que de manera aislada, sería más complejo de consolidar.
- Este modelo incrementa el capital social de los agricultores, reduce las asimetrías de poder y propicia el trabajo decente.
- Favorecen el acceso de más actores a las cadenas de valor y los encadenamientos productivos, contrapesando la concentración.
- Contribuyen a la gobernanza territorial, pues aportan un esquema participativo, transparente y democrático que fortalece la generación de las alianzas público-privadas.
- Las cooperativas son un motor para la transformación de los sistemas agroalimentarios por su presencia en distintas fases de la cadena, alentado el desarrollo de políticas integrales para la reactivación.
- Además, este modelo facilita que los pequeños productores y productoras puedan ejercer un uso sustentable de los recursos naturales estratégicos (tierra, agua, bordes costeros y zonas de pesca), lo que coadyuvaría a reducir la migración de la población y la pérdida de biodiversidad en los territorios rurales.